Sociedad unipersonal: características y diferencias con autónomos

Sociedad unipersonal: características y diferencias con autónomos

¿Qué es una sociedad unipersonal?

 

La sociedad unipersonal es un tipo de negocio con características propias que habitualmente suele confundirse con el de los trabajadores autónomos, pese a que son situaciones jurídicas considerablemente diferentes.

Una sociedad unipersonal es un negocio constituido por una sola persona -natural o jurídica-, un solo socio en el que recaen todas responsabilidades de la empresa y que posee todos los bienes. Es importante recalcar esto porque en realidad una sociedad unipersonal puede ser creada por dos o más personas, pero las decisiones y cualquier posible trámite o responsabilidad estará en manos del único socio.

Este tipo de sociedades pueden surgir de dos formas: bien se constituyen así, con un solo socio, bien proceden de sociedades con varios socios que, con el paso del tiempo, los han ido perdiendo a todos menos a uno.

 

¿Qué diferencias hay entre una sociedad unipersonal y un trabajador autónomo?

 

Pese a que en ambos casos hablemos de una sola persona, en realidad hay varias diferencias entre las sociedades unipersonales y los trabajadores autónomos.

La primera diferencia está relacionada con los trámites que es necesario realizar en casa caso. Los trabajadores autónomos deben darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), en ambos casos sin coste, mientras que la constitución de una sociedad unipersonal implica un desembolso económico considerable: 3.000€ de inversión inicial. Los trámites previos y las gestiones posteriores también son más complejos, por lo que contar con una asesoría para empresas es casi imprescindible.

Las cuentas de los trabajadores autónomos también son más sencillas: su contabilidad implica llevar un libro de cuentas en el que se registren todos sus movimientos económicos (gastos, inversiones, etc.) y, en el caso de los impuestos, deben tributar el IRPF en función de los ingresos que obtengan. Las sociedades unipersonales, por su parte, tributan por los beneficios obtenidos a través del Impuesto de Sociedades. Son bases imponibles y tipos impositivos diferentes, por lo que esta es una cuestión que deberá considerarse cuidadosamente en caso de dudar entre registrarse como trabajador autónomo o constituirse en sociedad unipersonal.

No obstante, la diferencia más importante entre los trabajadores autónomos y las sociedades unipersonales es la responsabilidad en caso de que surja cualquier problema: los trabajadores autónomos están sujetos a una responsabilidad personal ilimitada (responden con su patrimonio personal presente y futuro), mientras que en las sociedades unipersonales la responsabilidad está limitada al capital social que haya aportado el socio.

 

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